El amor verdadero es una de esas cosas que jamás tendrás que perseguir.
No importa cuántas excusas alguien te dé sobre su falta de tiempo o sus ocupaciones.
Cuando realmente te quieren, harán el esfuerzo por estar ahí para ti.
No es cuestión de buscar desesperadamente que alguien te ame o te priorice.
Porque, si lo piensas, cuando alguien realmente te valora, no necesitas rogarle ni forzar las cosas para que esté presente en tu vida.
En Union Love, hemos visto muchas veces cómo las personas que se valoran mutuamente encuentran el tiempo y las maneras de estar juntas.
Y es que el amor, cuando es auténtico, fluye naturalmente.
Las llamadas, los mensajes, los gestos de afecto no tienen que ser arrancados a la fuerza, simplemente ocurren porque la otra persona lo quiere así.
¡Nadie está demasiado ocupado para aquello que verdaderamente importa!
No intentes convencer a alguien de que haga espacio para ti en su vida.
Si lo quiere hacer, lo hará sin que tengas que pedirlo.
No se trata de forzar o de rogar, porque cuando llegamos a ese punto, lo que estamos haciendo es pedir que nos prioricen, y si tienen que hacerlo bajo presión, es porque no lo están haciendo de manera genuina.
Es duro, lo sé…
Pero debes recordar tu valor.
No mereces estar rogando por el cariño o la atención de nadie.
Aprende a dar solo lo que recibes.
Si alguien no está dispuesto a mostrarte el aprecio y el amor que mereces, entonces es hora de que empieces a tratarte mejor, a devolver solo lo que te están ofreciendo.
El amor verdadero nunca debe colocarte en una situación de humillación.
No deberías estar persiguiendo a alguien para que te busque o te ame.
Cuando alguien realmente te valora, no tienes que pedirlo; lo demuestran con acciones.
Así que cuídate, respétate y nunca permitas que te hagan sentir menos de lo que realmente eres.
Porque un día, esas personas que no te priorizan se darán cuenta de lo especial que eras, y entonces será demasiado tarde.
Es mejor estar con alguien que te valore sin que lo pidas, que estar en una relación donde constantemente tengas que rogar por lo que deberías recibir sin esfuerzo.
El amor verdadero se merece, no se mendiga.