Últimamente, no puedo dejar de sentirme preocupada con lo que veo en redes sociales.
Cada vez son más comunes los “consejos” que nos dicen que no mostremos interés, que juguemos a ser indiferentes, que nos hagamos los difíciles.
Cosas como “no contestes rápido”, “no seas el primero en decir ‘te quiero’” o “no muestres tanto interés para no parecer necesitado”.
Y me pregunto,
¿En serio? ¿De verdad hemos llegado al punto de creer que el amor y el interés son algo que hay que disimular?
Esto me alarma y muchísimo, además.
¿Por qué deberíamos fingir que no nos importa alguien cuando en realidad sí lo hace?
¡No tiene ningún sentido!
.¿Cómo hemos llegado al punto de sentir que debemos ocultar nuestros sentimientos por miedo a que la otra persona se espante?
Mira, algo que tengo clarísimo es que la atención es una de las caricias más bonitas del amor.
La atención, esa que viene sin esperar nada a cambio, es lo que realmente hace que las personas se sientan valoradas y queridas.
No se trata de jugar juegos de poder o de esconder nuestros sentimientos como si fueran algo vergonzoso.
Se trata de ser honestos, auténticos y transparentes.
Lo que no es normal es que se esté volviendo habitual dejar de mostrar interés cuando alguien realmente nos importa.
No es normal tener que reprimir nuestras ganas de contestar un mensaje o de decirle a alguien que queremos pasar tiempo con él o ella.
¿Por qué tenemos que mantener en secreto lo que sentimos solo para no parecer “necesitados” o “desesperados”?
Esto es lo que realmente me preocupa, el cómo nos estamos moviendo hacia un lugar donde las emociones auténticas parecen ser vistas como una debilidad.
Vamos a dejar algo claro de una vez por todas:
¡Mostrar interés no es malo!
De hecho, es una de las cosas más humanas y valiosas que podemos hacer cuando alguien nos importa.
El problema no es la atención ni el afecto, sino cómo los interpretamos.
En lugar de ver la vulnerabilidad como una desventaja, debemos empezar a verla como lo que realmente es una demostración de confianza y autenticidad.
Si alguien te importa, ¿por qué no deberías mostrarlo? ¿Por qué deberíamos seguir estas normas sociales absurdas que nos dicen que tenemos que jugar con los sentimientos de los demás para mantener el control?
No podemos permitir que se normalice la idea de que el desinterés es una forma válida de amar.
El amor no se trata de estrategias ni de manipulaciones emocionales.
El amor verdadero se trata de conexión, de sinceridad y de atención.
Así que, la próxima vez que sientas que te dicen que debes “hacerte el difícil” o “esperar para contestar”, recuerda que no tienes que seguir esas reglas.
Puedes ser tú mismo, mostrar tu interés y no sentirte mal por ello.
Porque en el amor, la sinceridad y la atención nunca deberían ser vistas como algo negativo.
Al contrario, son las bases para construir una relación sana, fuerte y, sobre todo, real.